Llevo como cuatro
horas jugando con mi mente, cosa que no hago muy a menudo porque siempre tengo
algo que hacer, pero ayer con mi hijo de ocho años hice una lista de las cosas
importantes para él, eso del hábito de Covey lo está llevando a hacer estas
cosas. Me puse a pensar en la mía, entre el asunto de Venezuela que me tiene
realmente disgustada, y la política de este país, la historia la estamos repitiendo
sin dar lugar a que puedan darse cambios sociales relevantes. Mi pregunta va más
por mis hijos, el mundo no me asusta, pero quiero estar segura que les estoy
dando herramientas importantes para que puedan superar los problemas que les
vienen. Así le di una vuelta a la web, me encontré con un artículo fantástico (
http://www.mindbodygreen.com/0-10250/11-things-i-wish-every-parent-knew.html)
del Doctor Stephen Cowan. Él cómo pediatra nos cuenta las cosas que le gustaría
que todo padre realmente supiera, me imagino que después de 25 años de práctica
profesional ha visto cosas, las lei y me parecieron fenomenales, así que voy a
hacer algo que no hago muy a menudo pero hoy vale la pena, las traduje en versión
Clara, ya saben agregándole aquí y allá mis propia chispas de chocolate: 11
cosas que todos los padres deberían saber
1. Crecer y
desarrollarse no son una carrera (especialmente entre mamas, tu hijo es más que
el mío). Pareciera que queremos que el crecimiento se diera pero
inmediatamente, en el mundo actual nuestra necesidad de velocidad y efectividad
nos han hecho olvidar que una buena fruta necesita tiempo para madurar pero
sobre todo alimentar las raíces. Hay que poner atención al suelo que soporta la
vida de nuestros hijos, camina con ellos, come con ellos, jueguen juntos, cuéntale
historias de tu propia niñez, hazlo parte de tu vida cotidiana.
2. Crear tradiciones
familiares fomenta las fuertes raíces y una vida saludable. Solo con tiempo y práctica
se logran crear tradiciones que son sagradas porque promueven los lazos de amor
e intimidad, crean una cierta confianza que un niño lleva a través del mundo.
3. Crecemos en ciclos,
hay un ritmo y un pulso en la vida de cada niño, a veces rápido e intenso, a
veces despacio y quieto. Así como cada primavera trae en sentimiento renovador
de apreciación de la vida, cada etapa de la vida de un niño es un tiempo para
para maravillarse y descubrirlo. Después de todo aprender es no solo un proceso
de acumular información, es un proceso de transformar nuestras ideas, y a veces
esto requiere olvidar para ver con nuevos ojos. Algunos niños darán un paso atrás
antes de dar un tremendo paso al frente.
Crecer en ciclos
significa que no solo tenemos una
oportunidad de aprender algo, sino que la misma lección se nos ofrecerá una y
otra vez cuando pasamos por las estaciones de nuestra vida. Hay un sentido
profundo de perdón en esta forma de entender la niñez, de esta forma se quita
de los padres conscientes eso de hacerlo bien la primera vez. Si no lo
aprendemos de una forma lo aprenderemos de otra, pero la vida nos enseñara lo
importante.
4. Estimulo no es lo
mismo que indulgencia. No estamos criando reinas y reyes, estos no les va bien
en nuestra sociedad. Estudios recientes han demostrado que la indulgencia
realmente debilita el poder de un niño a sobrevivir, le quita motivación y
disminuye el sentimiento de éxito.
Estimulo significa
darle valentía a tu hijo, no hacer las cosas por ellos. Crear un contexto de
soporte que abra el camino sin empujar al niño a él. Amor incondicional es el andamiaje
que alienta a los niños a tomar parte, riesgos, experimentar y por supuesto
fallar sin ser juzgados. A veces ser una figura importante en la vida de tu
hijo significa hacerte a un lado, o atrás, para ofrecer una mano compasiva
cuando las circunstancias llamen a ello, pero debes confiar en su propia e
innata habilidad e ingenio.
Hay un gran espacio en
el estímulo, la indulgencia por otro lado limita la libertad, infla el sentido
de merecer las cosas que los niños tienen y les reduce la paciencia que
necesitan para trabajar a través de los obstáculos cuando instantáneamente no
se salen con la suya. La Indulgencia crea pensamiento de muy corto y pequeño
alcance.
5. Hacerte enojar o
empujarte a ello, es una práctica espiritual y los niños son nuestros maestros
espirituales. No necesitas un viaje de meditación excesivamente caro para
volverte iluminado. Tu pequeño maestro erudito está enfrente de ti y te ofrece sabiduría
sin ningún costo.
Los niños ven
cualquier movimiento que hacemos cuando son pequeños, nos estudian, las inconsistencias
cuando tratan de entender este mundo loco. Nos preguntaran y cuestionaran por
lo que vean, cuando un niño te hace enojar, recuerda son tus ideas las que está
cuestionando no las suyas. Tomate el tiempo de realmente oír lo que tu hijo te está
tratando de enseñar. Uno de los más grandes secretos de la paternidad es
nuestra disponibilidad para transformarnos por el amor que le tenemos a nuestro
hijo. Cuando estás dispuesto a ver que hacer que te enojes, abres una
consciencia mucho más profunda de ti mismo que te transforma y a tu hijo en el
proceso.
6. Un síntoma es la forma del cuerpo de
decirnos que algo debe cambiar.
La buena medicina pregunta que trata de
hacer el síntoma, en lugar de solo reprimirlo, nuestro cuerpo tiene su propia
inteligencia, aunque mucha de la propaganda farmacéutica quiere convencernos de
que es algo malo sentir esos síntomas. Es realmente rudo decirle al cuerpo que
se calle, eso es parar los síntomas, no confiamos en la inteligencia del
cuerpo, pensamos mucho y tendemos a tener miedo de lo que le pasa a nuestro
cuerpo.
Pero en los niños, un síntoma
como fiebre no es el problema. Lo que está causando la fiebre es el problema,
la temperatura es simplemente la forma del cuerpo de lidiar con lo que le está
pasando, por ejemplo, un niño con fiebre, ¿qué otros síntomas tiene? Esta alerta,
juguetón, no necesitas quitarle la fiebre, a veces significa que el cuerpo está
haciendo calor metabólico para movilizar el sistema inmunológico. Para ayudar
al cuerpo es necesario darle fluidos calientes para que no se seque y comidas
con sustancia como sopa para alimentar el fuego.
7. Estar Preparado. El
moto de los niños exploradores es cierto, estar preparado, es un estado mental
de estar listo, puede ser alimentado por la seguridad o por el miedo. El Doctor
Cowan prefiere practicar una medicina de preparación, no preventiva, si no preparativa, estar
enfermo no significa fallar, estar sano no puede ser nunca enfermarse. La vida
es un camino de altos y bajos, los niños en crecimiento viven en un constante
estado de flujo. Un sistema inmunológico resistente es uno que ha aprendido a
enfermarse y mejorarse. Vivir demasiado limpios nos roba de una información
necesaria para estar totalmente preparados para recuperarnos.
En lugar de vivir en
miedo de las enfermedades, hay formas naturales de apoyar a nuestros niños para
que se recuperen de las enfermedades de forma rápida y eficiente: buena
nutrición, hidratación, prebióticos, descanso y ejercicios. Pero lo más
importante, en lugar de estar enfocado en cuanto se enferma tu hijo, celebra
cuando esta bien.
8. Curarse toma tiempo La medicina
alternativa más importante en estos días es, tome tiempo. Como sociedad somos
adictos a mejoras rápidas porque no tenemos tiempo de estar enfermos. Los médicos
son entrenados como un bombero glorificado, es decir acabar con las emergencias
rápido y eficientemente. En las emergencias la medicina fuerte es necesaria
para salvar vidas, pero la mayoría de los problemas de salud en la niñez no son
emergencias. En esas circunstancias toma mas que medicina muy fuerte mejorarse,
toma tiempo. Se entiende que tomar un día libre del trabajo porque un niño esta
resfriado agrega stress a nuestra ya estresada vida. Pero para los niños
curarse es un desarrollo del proceso para mejorar y tiene sus propias etapas.
Cuando no tomamos tiempo para
recuperarnos, o no se los damos a los niños, les robamos de los pasos y etapas
necesarias que necesitan para aprender de ellas a desarrollar una salud
duradera. Cuando nos tomamos el tiempo para recuperarnos, la enfermedad se
convierte en el camino al descubrimiento, no solo un destino, empezamos a ver
nuestra salud y enfermedad como los dos lados de la misma moneda.
9. El secreto de la
vida es dejar ir. La vida es un proceso de constante dar, las cosas que se
empujan más allá de su momento de maduración se convierten en otra cosa, cada etapa
es un desarrollo, un proceso de dejar ir,
gatear da lugar a caminar, babear da lugar a hablar. La niñez da lugar a
la adolescencia. Si inspiras, espiras; comes, cagas. Cada estación, cada etapa,
cada pequeño ritmo de nuestra vida es cuestión de dejar ir. Esto nos permite
deshacernos de lo que no necesitamos en nuestra vida para darle espacio a nueva
información. Aprender no es siempre fácil en cada niño, y cada uno de ellos
tiene su propio estilo, tiempo y sistema de adaptación, la naturaleza favorece
la diversidad. Recuerda honrar la naturaleza propia de tus hijos. La forma en
que los niños enseñan a dejar ir es la forma en que juegan. Jugar significa
dejar ir nuestras inhibiciones, nos deja ser libres y nos permite no tomarnos
tan en serio.
10. Confía en ti, el experto en tu hijo
eres tú.
Una de las cosas más
importantes en la vida de los padres es confiar en ellos mismos. En ningún
lugar del mundo esto es tan importante como cuando nace un bebe, se espera que
sepamos todo y la verdad nos sentimos como que no sabemos nada. Pero los niños
me han enseñado que realmente no saber nada es una oportunidad real para abrir
nuestros poderes de intuición.
Padres conscientes empiezan
con oír con corazón abierto la vida de tu hijo sin miedo o pánico. Los estudios
han demostrado que la intuición materna es más poderosa que cualquier examen de
laboratorio sabiendo que hay un problema. Lamentablemente hoy estamos inundados
con información que asusta e interfiere con nuestra habilidad para oír a
nuestra propia intuición. Solo piense en la arrogancia de un médico que actúa
como que él sabe más de tu hijo que tú.
Toma la naricita de tu bebe, mira en
sus ojos, imagina que se siente estar consciente del mundo antes que tengas
lenguaje, antes que todas esas etiquetas que nos dan miedo y dividen en bueno y
malo, falso, verdadero nos invadan. Los bebes no tienen enemigos. Esto es ver
desde el origen, es lo que los budistas llaman la mente del que empieza,
observa de cerca como tu bebe respira desde el estómago, esto es respiración Qigong,
inténtalo trata de respirar como un bebe, a lo mejor encuentras las respuestas
que estas esperando en tu vida.
11. Tu punto de referencia es el largo
plazo, (es muy fácil caer en la inmediatez de un problema especialmente a las
2:00 a.m.
Observar a miles de niños crecer en
adultos podemos ver como cosas que parecían muy grandes al os cuatro meses, o a
los catorce, ya simplemente son solo una piedra del camino. Los niños tienen una visión de largo alcance. Cuando
damos un paso para atrás para ver lo más grande y toda la escena de nuestra
vida, descubrimos sabiduría y compasión.